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sábado, 17 de noviembre de 2012

L´AUTO DE LA NATI- EL AUTO DE LA NATI

JOSEP MARIA FOLCH I TORRES, IMAGEN ESCANEADA DEL LIBRO QUE TENGO EN CASA,  TITULADO "JOSEP M. FOLCH I TORRES" DEL AUTOR JOSEP MIRACLE .








BONA NIT:
 Avui m ´he agafat una mica de temps i tradueixo aquesta Historieta Exemplar, escrita per D. Josep Maria Folch i Torres, que  es una de les que tinc a casa i que tan m´estimo.
Aquest escriptor va influenciar molt en la meva educació, encare que va morir quan jo tenia un any, el pare amb donava a llegir els seus llibres.
FELIÇ CAP DE SEMANA.
Amb carinyo desde Valencia.

BUENAS NOCHES:
Hoy me he cogido un poco de tiempo y traduzco al castellano esta Historieta Ejemplar, escrita por D. José Maria Folch i Torres, que  es una de las que tengo en casa y que me la estimo mucho.
Este escritor influenció mucho en mi educación, aunque murió cuando yo tenía 1 año, mi padre me daba a leer sus libros.

EL COCHE DE LA NATI

Nati, la única hija de los acaudalados propietarios señores Piquer, salió al gran rellano de la escalinata que bajaba al jardín, y su primera mirada, al salir de casa aquella bella mañana de invierno, fue para el precioso automóvil, de cuatro plazas, que la esperaba bajo de las escaleras.
Este automóvil ere el último presente que había hecho a la Nati su padre, para satisfacer el último capricho de su hija. Era un gracioso cochecito azul cielo, de la mejor marca conocida y del modelo de carrocería más nuevo.
Guardándose los guantes. Nati iba paseando su mirada, satisfecha.
Por las líneas ondulantes de su estimado cochecito. Por ahora, era su más grande ilusión. Hacía casi un mes que lo tenía, y aún no se había aburrido, y esto que había hecho cientos de kilómetros.
Cuando tuvo abrochados los cordones de los guantes. Nati hizo  con los labios un silbido corto y estridente, como no lo hubiera hecho el más desenfadado de los chicos de la calle.
 Enseguida, un perro acudió, un pero peludo, de aquellos que no se como se llaman, que tiene un morro ancho y alargado, casi cuadrangular, y que parece que estén siempre tristes, quizás porque saben que son feos y porque ignoran que la moda los ha puesto a la orden del día.
-¡Blis!- gritó Nati, con aquella voz cristalina que tenía.
"Bliss" alzó su morro pelo y deforme a su dueña, movió un poco el trozo de cola que llavaba donde se llevan las colas y nada más.
Nati bajó los cinco escalones, despacito, seguida del perro.
El chófer de la casa le tenía abierta  la puerta delantera del coche, la gorra en la mano, cuadrado como un granadero napoleónico.
Nati gritó de nuevo:
-¡Bliss!
El perro subió de un salto al coche y se fue a sentar con una divertida formalidad, al asiento de al lado del volante.
Nati subió detrás del perro y tomó el volante, elegantemente, entre sus manos enguantadas, con un aire estudiadamente acostumbrado.
El cochecito se puso en movimiento. Los señores Piqué, desde la tribuna, contemplaban como de costumbre la salida, para poder decir adiós a la Nati,si es que no se olvidada de girarse.
La reja del jardín estaba abierta del todo. El viejo portero, de pié al lado de unos pilares, esperaba, también, todo tieso, el paso del coche.Fuera, en la acera en el preciso momento que el coche saldría.
Con todas estas facilidades y precauciones, la salida se efectuó felizmente.
Y  a la Nati no le hacían falta estas precauciones. La chica era una conductora experta para poder prescindir. Pero era bonito todo esto, y la salida la tomaba así, todas las mañanas con unos aires majestuosos, que  eran tan agradables a la hija como al padre.
Enseguida que se encontró en la calzada del paseo, Nati puso el coche a toda velocidad, un poco porque a ella le gustaba correr mucho, y hacer padecer a sus padres y exasperar a los servidores.
Sobretodo la señora Piquer estaba aterrorizada al pensa en un posible accidente; pero si callaba y consentía que la Nati fuera pescar multas por exceso de velocidad, a la Diagonal, y a devorar kilómetros por las carreteras, era porque esto daba toino y hacia moderno, y podía hablarlo entre las familias de su relación.
Realmente la Nati era una chica moderna.. Ya hemos visto que silbaba como un carretero y que conducía como un chófer.Pero esto no era todo; ella también fumaba, tomaba coktails, no leía ningún libro, nadaba como un pez y bailaba danzas clásicas con más descaro que gracia.
La culpa no era de ella. Era del ambiente  que respiraba, de la tiranía de la moda y de la vanidad sin mesura de sus padres. Malcriada y consentida, hasta un extremo que calificaríamos de extraordinario, sino fuera cada día más frecuente en ciertos medios de nuestra sociedad, Nati no había de hacer más que abrir la boca porque sus padres le concedieran todo lo que se le ocurría pedir. Ya ella la Nati, se le ocurría pedir siempre, no aquello que ella deseaba, pues muchas veces no le apetecía nada de lo que pedía, sino a quello que veía que tenían los otros, el automóvil mismo, la Nati lo había pedido porque la Pepi de Galteres tenía  uno para ella, y la Nati no quiso ser menos que la Pepi.
Con las danzas clásicas había pasado lo mismo; porque Cloti Sucamulla, la chica de los conocidos banqueros, el día que la pusieron de largo dió una sesión de danza, la madre de la Nati no fue feliz hasta que su hija fue a aprender a alzar la pierna con tal de saber ejecutar con los pies la Patética de Beethoven, por ejemplo.
Volvamos, pues a nuestra historia.
Aquella mañana de la cual hablamos, la Nati, al volante de su automóvil, se lanzó hacía el lado de Pedralbes, y, llevada por el vértigo de la velocidad, continuó por la carretera, con el propósito de llegar a Viladecans y Castelldefels.
Pero al ir atravesar la carretera nacional, un grupo formado por tres o cuatro niños pasó de un lado al otro, en el preciso momento que el coche llegaba. La Nati, a pesar del miedo que tuvo, fue aún atenta para desviar el volante con peligro de chocar contra un árbol, y evitó que lo que había parecido inminente; tirarse contra el grupo de los niños.
En aquel mismo momento, pero, un perro, el perro que llevaban aquellos pequeños y que se había quedado un poco atrás, hizo una carrera para atraparlos; y, esto, con tan mala suerte, que el pobre animal se quedó delante de las ruedas del automóvil, sin saber si ir arriba o abajo, al punto de ser aplastado.
Al ver esto uno de los niños, obedeciendo sobre el impulso instintivo de salvar un perrito, cometió la imprudencia de correr precipitadamente hacía el. En este instante, a pesar de la vigorosa frenada que hizo la Nati, el pobre animalito era revolcada por una de las ruedas delanteras, al mismo tiempo que el guardabarros envestía al niño y le hacía caer debajo de la otra rueda.
Un grito de angustia y de horror salió de las gargantas de los hermanitos, mientras la Nati, ya parado el coche, se tiraba precipitadamente de su asiento, para correr a auxiliar a su víctima.
-¡Oh pobrecito!-exclamó la chica, desconcertada, cogiendo el cuerpo del niño y sacándolo de debajo de la rueda.
Enseguida abrazándolo vivamente, y estrechándolo fuerte contra su pecho, lo llevo a la acera y allí, agachada, con el niño, entre sus brazos, le pedía llorando:
-¡Oh, pobrecito!.No te mueras, por amor de Dios!
Y le cogía las mejillas, con tal de espabilarlo y hacerle abrir los ojos, diciéndole:
-¿Donde te has hecho daño, hijito? ¡Oh Dios mío, responde, habla...!
El pequeño abrió los ojos, se miró la cara bonita de aquella señorita con una expresión de placer y le respondió:
-¿Mal?, no me ha hecho.
Seguidamente inhaló y dijo como para si mismo:
-¡Que olor más buena!
La Nati no sabía lo que le pasaba, de tanta alegría.
-¿Es verdad que no te he hecho daño?-le preguntó poniéndole de pié delante suyo, para asegurarse que era cierto aquello que el niño afirmaba.-
-De verdad, de verdad-respondió él-
Pero, al girar los ojos hacía el coche, se dió cuenta que debajo de la otra rueda estaba el perro destrozado y sangriento su pobre perro.Entonces la cara del niño, que no se había alterado ni cuando se había visto bajo el coche, se volvió más amarilla que la cera; sus labios se pusieron a temblar, y terminó por echarse a llorar, tan desconsoladamente, que no había palabra ni caricia que lo pudiera consolar.
-Pobre "Marqués"!- decía el niño, llorando, con unos sollozos tan profundos que a ratos perdía la respiración, y parecía  que no había de recuperarla más.
Los otros hermanitos, entre el susto que acababan de pasar y el desconsuelo de su hermano, todos se pusieron a acompañarlo con un concierto de lloros y de lágrimas tan lastimoso, que casi ella también termina por ponerse a llorar.
-Y bien,¡ no lloréis así hijitos!-les pidió la Nati, con una voz que se le rompía.
era le primera vez que una palabra tan dulce como esta "hijitos", le venía a los labios.
Ella misma se extrañó y saboreó la dulzura, al mismo tiempo.
La voz de ella, tan cristalina, y con aquel temblor que la emoción añadía, sorprendió y complació aquellos cuatro pequeños, que giraron todos ellos al mismo tiempo sus cabecitas hacía la cara de la señorita del automóvil.
¡Y que bonita que la encontraron! Es que hacía una olor tan rebuena, si tenía aquella cara de flor de Jessé!
¡Ah, si no hubiese sido por la muerte del perro, de su amado "Marqués", que habrían estado contentos de sentirse nombrados hijitos de aquella señorita tan aseada!
Pero la realidad era esta: el "Marqués" estaba muerto y nadie lo podría devolver a la vida.
El más pequeño de los hermanitos era el que más lloraba.
Después del momento de suspensiónque hubo al oir la voz de la Nati, los lloros remeprendieron, y la Nati se veía una montaña para tranquilizarlos.
-¡No os desonsoléis así!-les pedía-Decidme cuánto queréis que os dé, de este pobre perrito, y os será pagado enseguida.
Pero ellos no escuchaban nada. Era su "Marqués" lo que querían.
-Si queréis os daré cinco duros.Tened-les dijo, mientras  iba a buscar dentro del coche su portamonedas.
Les presentó un billete de veinticinco pesetas, pero los pequeños hicieron el mismo caso como si les hubieran presentado un papel de periódico.¡Está claro que ellos no habíen visto nunca un billete de banco...!
Viendo que nada les calmaba, la Nati tuvo un pensamiento, que le sabía mal que se le hubiera ocudido:¿Y si les ofreciera a mi"Bliss"?-pensó
 Pero no lo dijo enseguida. El "Blis" era un ejemplar auténtico perro de raza; un ejemplar valioso, por el cual el Sr. Piquer, el padre de Nati, había pagado cien duros, sin contar el collar.
Ofrecer su perro era, pues, realmente, pagar excesivamente el perrito muerto; por lo que de él quedaba, ya se veía que se trataba de uno de estos perros vulgares de la calle del cual ni valía la pena hablar.
Pero sucedió que una de las niñas se había acercado a la puerta del coche y estaba contemplando a "Bliss", tan bien sentado como estaba en su asiento, absolutamente indiferente a todo lo que había pasado y a lo que estaba pasando en aquellos momentos.
-¡Mirad, aquí hay otro perro!-dijo.
La Nati no pudo excusarse de ofrecerlo con la pesadumbre que ya se puede suponer.
-Va, no lloréis más, y quedaros con este perro, ya que sin querer os he matado al vuestro.
Además, aún le saldría barato,  si tenía en cuenta que un poco más chafa al niño.
Nati hizo dos pasos hacía su coche, y los hermanitos restantes la siguieron.
-Mirad que quieto que está.¿Lo queréis?.
Los cuatro hermanitos no respondieron enseguida. Los cuatro se miraban aquel famoso ejemplar, con una curiosidad un poco desdeñosa, y la rabia que sentísn por la muerte de su "Marqués" redoblava la presencia de aquel ejemplar que lo les entiasmaba demasiado.
-Es muy dócil y muy manso.Enseguida os conocerá-dijo, aún, la Nati, ya bien decidida a darlo.
Pero, el más pequeño de todos hizo un gesto de desprecio, dijo, mirándose a sus hermanois:
-No señora, no;  es muy feo.
La Nati se quedó un poco decepcionada.
Era un poco atrevido que un chico como aquel se permitiera descalificar a su "Bliss" de aquella manera.
Nati también se miraba a sus hermanitos, para ver ellos que le decían; pero adivinó enseguida, por las poses que hacían, que estaban todos de acuerdo con el denigrante juicio del pequeño.
en el fondo, proibablemente, la hubo de consolar la reflexión que así no tendría de desprenderse de su perro.
-Pues, si no queréis el perro, tomad estos cinco duros-insistí luego.
Una de las niñas respondió:
-Quizá la madre nos reñirá.
-¿Donde está vuestra madre? ¿Qué vivís lejos?
-No; a las barracas de Collblanch-repondió la misma niña.
-¿Vamos a preguntárselo?- propuso la Nati, con ganas de dejar terminada esta cuestión y terminar aquella escena, que ya empezaba a atraer la atención de alguno curiosos.
-Venga venid, que yo misma os acompañaré
Y cogiendo por las manitas al más pequeño y a la más pequeña de los cuatro, los llevó hasta el coche y los acomodó al asiento de detrás, mientras los otros dos tomaban sitio en las banquetas.
-Tu me guiarás verdad?-dijo la Nati al más mayor.
Siguiendo sus indicaciones, el coche siguió por la carretera, giró a mano derecha, por un camino cercano, y siguiendo llegaron a una especie de campo, en el cual se veían unas cuantas barracas de ladrillo, con pretensión de casitas.
-¡Chico que bien se va!-comentaban los chiquillos por el camino, en voz baja, pero que la Nati  podía oir perfectamente.
Cuando el coche paró delante de aquellas casitas, enseguida salió una mujer, una pobre mujer, que se notaba a primera vista que era enfermiza.
La Nati le explicó el hecho, pero sin remarcar el peligro en que había estado uno de sus hijos, al ser cogido por el coche.Habló del perro, eso si, pidiendo disculpas.
-No se preocupe, señorita!-le dijo la buena mujer, enseguida que se dió cuenta de que se trataba-Más pronto ha hecho una buena obra, quitándole la vida.¿No ve que no lo podíamos mantener y pasaba mucha hambre, el pobre animal?
De todas maneras la Nati ofreció indemnizarlos.
-¿Dígamo cuánto quiere que le de?
-¡Ay Virgen Santa!¿No le digo que aún le doy las gracias?
Entonces la Nati sacó un billete y, montrándolo a la mujer, le dijo:
-Yo les decía si querían aceptar estos cinco duros por paga.-¿Qué me dice señorita?-exclamó la buena mujer abriendo los ojos desmesuradamente-Pero si era un perro que no valía nada?
-Tómelos, que se los doy de buen grado-insitió a la Nati,.
La mujer quería y a la vez le sabía mal.
-Ya se lo diré señorita, explicó al fin- No los cogería sino fuera que...
-Diga mujer- le rogó Nati.
-Si no fuera porque estoy pasando una pena muy gorda; mucho.
Un velo de lágrimas le cubrió los ojos, y hubo de secárselos con una punta de delantal.
Nati dió una mirada a su entorno.Fuera, los cuatro hermanitos contemplaban el automóvil.
Dentro de la casita, todo respiraba a triste miseria.
Nati no había visto nunca un espectáculo así.
-Tome, tome; y no llore más - dijo la Nati, con el corazón dolorido todo poniendo casi a la fuerza el billete dentro de la mano de la mujer.
-Muchas gracias. Tendré para pagar el alquiler y así no nos sacarán aún.
La mujer explicó:
-¿Ve esta casita? Pues, antes, era nuestra.
Mi marido, que era albañil, la hizo él mismo.
La mujer dió una triste mirada a su alrededor.
-Aquí nacieron mis hijitos..Aquí murió mi pobre marido,¡ aquí habíamos sido tan felices...! Y ahora ya no es nuestra. Hemos de pagar alquiler y tenemos la amenaza que nos tirarán si dejamos de pagar otro alquiler.
-Pero¿cómo puede ser ser si era suya, que ahora no lo sea?¿Es que se la vendieron?-preguntó la Nati, sintiéndose interesada, quizá por primera vez en su vida, por las penas de los demás.
La mujer explicó que, cuando el marido se murió, ella se tuvo que poner a trabajar, para poder dar comida a los hijos. Pero sucedió que enfermó y antes de que sus hijitos murieran de hambre, pidió dinero con la casita en garantía, que nunca faltan miserables usureros que con la pañora de una cosa que vale cien, no dan más que veinte; y si el desgraciado no puede pagar los intereses y menos, está claro, devolver el capital cuando, al prestador, le place exigirlo, entonces éste se queda con la pañora o garantía del préstamo.
En este caso, la pañora fue la casita, con tantos sudores contruida. Durante todo un año la buena mujer terminó perdiendo la salud, con tal de pagar los intereses.
Pero de nada le sirvió.Al cabo de un año el usurero reclamó el pago de la cantidad prestada, y, como la pobre viudad no pudo pagar, el miserable se quedó la casita, mientras los que habían estado legítimos popietarios se veían obligados a pagarle el alquiler, siempre bajo la amenaza de ser desalojados si quedaban a deber un mes.
Era en estas circunstancias que se encontraba la buena mujer cuando le cayeron, talmente ve nidas del cielo, dentro de su mano, las veinticinco pesetas que eran el importe de un mes de alquiler.
La Nati había escuchado con una atención y una emoción profundas, la explicación de aquella mujer.Los sentimientos de sus palabras y sus lágrimas terminaban de despertarse en su corazón, se puede decir que eran para ella completamente desconocidos hasta aquel momento.¡"Dios mío"!-pensaba-, es posible que en el mundo puedan pasar estas cosas tan terribles!".
Y tenía escalofríos de pensar que, si no se hubiese producido el accidente fortuito, que había costado la vida a aquel animal,¡ aquella pobre mujer con sus cuatro hijitos se habría visto tirada a la calle sin compasión!
Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de la Nati. era como si terminara  de dar una mirada  fiscalizadora dentro de su propio espíritu, y se sintió avergonzada de si misma.Tanta importancia que había dado siempre a sus cosas:¡auto, tenis, playa, amigas, cigarrillos...! Todo esto era su mundo, era su vida, eran sus preocupaciones, como eran aquella pobre mujer, los hijitos, el pan de la mesa, el alquiler, la amenaza de tener que morir de frío y de hambre en medio de la calle, o el dolor de encerrar a los hijitos de su corazón en un asilo.
No llore más, buena señora- le dijo la -Nati, a aquella buena mujer , con un tierno respeto y al mismo tiempo en un tono de firme resolución-.
Esta casa volverá a ser suya.
Tomó las dos manos de la buena mujer y la besó en cada mejillas. Enseguida salió; acarició a  los cuatro pequeños y se despidió de ellos, diciéndoles, cuando ella estaba dentro del coche, manos al volante:
Hasta mañana a esta hora, que os llevaré bombones.
Al día siguiente, a la misma hora, un taxi paró delante de la casita. Nati descendió.
Los cuatro pequeños corrieron hacía ella, como los pollitos corren al encuentro de la madre.
Nati les repartió bombones, como les había prometido. A continuación, con el mismo taxi y en compañía de la buena mujer, los llevo a casa del prestamista y, a base de pagarle el doble de lo que a él le había costado, Nati adquirió la casa a nombre de la buena mujer. Una vez pagada, como que aún le sobraron unos miles de pesetas, las puso en las manos de la mujer, junto con la escritura de propiedad de la casa, diciéndole:
-Esto también le pertenece, porque es lo que sobra de la cantidad que me dieron por mi coche.
Y como la mujer, llorando de reconocimiendo y de emoción, no encontraba palabras para expresar su agradecimiento, la Nati le dijo:
-No ha de agradecerme nada. Siempre he oido decir que quien hace daño lo ha de pagar. Pues bien: mi coche hizo mal, y estuvo a punto de causar una desgracia irremediable.Es, pues, el, el que lo ha pagado.
Y alzando un brazo arriba, como aquel que proclama victoria, exclamó:
-¡Me he vendido el coche!

FELIZ FIN DE SEMANA.
Desde Valencia con cariño, Montserrat Llagostera Vilaró
  

52 comentarios:

  1. Amiga Montserrat, bonito gesto en de Nati.
    ABRAZOS

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    1. Buenas noches José Maria:
      Muchas gracias por tu comentario.
      Feliz domingo. un abrazo, Montserrat

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  2. Hola Guapa:
    Un relato que hace que uno se reconcilie con la especie humana...

    Las cosas no pasan por casualidad...

    Besote

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    1. Buenos días Doc Manuel López Paz.
      Fíjate que a pesar de estar escrita en el siglo pasado yo diría por los años 30, toca un tema que está pasando hoy día, un usurero que se queda con la casa de unos pobres y los quiere deshauciar.
      Son unas historietas dramáticas, pero con final feliz.
      De poequeña cuando me las daba a leer mi padre, recuerdo que me saltaban las lágrimas.
      Feliz domingo.
      Un beso, Montserrat

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  3. Feliz domingo, Montserrat.

    Me encantan estos selectos fragmentos que nos ofreces. Éste con su carga tierna... Un ejemplarizante trabajo...

    Abrazos,

    Luis.

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    1. Buen domingo Luis.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Me costó irme a dormir muy tarde, pero es que me gusta traducirlo yo, porque soy totalmente fiel al texto del autor.
      Un abrazo, Montserrat

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  4. Crec que els temps o les situacions es repeteixen amiga, i per molt de temps que passe, el passat i el present sempre porta coincidències.
    Ha fet un excel.lent treball, molt costós, una feinada enorme per la traducció, cosa que valore molt en tu.
    Treballadora incanssable...
    Un plaer llegir-te sempre.

    Abraçades amiga!

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    1. Hola Remei, si ahir vareig anar a dormir molt tard fent la traducció, perque m´agrada fero exacta com está escrit.
      La veritat es que ultimamen tinc moltes activitats entre unes coses i les altres.
      Gracies i molts petons (en català), besets (en valencià), Montserrat

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  5. Me gustan estos escritos que revolucionan el interior de los corazones,llenos de humanidad:pero como sociedad,no se deverian de tener estos problemas;los deveriamos tener solucionados.
    Ya se, esto paso hace ochenta años:pero tenemos los mismos problemas,y esto es una asignatura pendiente.Una abraçada

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    1. Hoila Julio.
      Esto es lo que pensaba yo cuando copiaba lo del prestamista usurero, me acordaba lo que ha pasado con los desaucios en el presente.
      Gracias por tu comentario.
      Esperemos que se solucione.
      Una abraçada, Montserrat

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  6. que bonita historia, nos reconforta el alma la sencillez de la bondad...
    saludos querida Monse

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    1. Hola Amelia (abuela frescotona).
      Gracias por tu comentario.
      Son estas Historietas tristes, pero con final feliz.
      Besos, Montserrat

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  7. Gracias Montserrat por tu trabajo de traducción del cuento, la verdad que Nati nos da una buena lección.

    Hoy te invito a pasar por Lejos, para hacerte parte del cuento publicado por mi sobrina es basado en parte sobre un hecho real, creo que te iba a gustar aunque hayas pasado la edad de comparte cuentos.
    Besos

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    1. Hola Mari-Pi-R
      Gracias por tu comentario.
      Pues si que me voy a pasar por tu blog Lejos.
      No no me ha pasado la edad a mi me encantan los cuentos infantiles, además tengo una nieta de siete años.
      Besos, Montserrat

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  8. Hola maca, volia enviar-te un petit missatge; espero que estiguis bé, peró per descagracia no he tingut temps de llegir la teva última nova entrada, peró sona molt maca. Tinc pocs temps de poder sentar-me al PC. Ho sento. Bon diumenge!.

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    1. Hola Noemi.
      Gracies per comentar.
      Gràcies a Deu estic bé.
      I no t´estressis massa.
      L´entrada queda en el blog i pots llegir-la quan vulguis.
      T´envio un petó per tu i la teva filleta, Montserrat

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  9. Me ha encantado leer esta historía, Monserrat. Gracias por compartirla, amiga. Muchas Natis harían falta en estos tiempos que atravesamos.


    Besos. María

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    1. Gracias Maria por tu comentario.
      Me alegra que te haya gustado.
      Si porque las historias se repiten, es como una rueda.
      Una abraçada, Montserrat

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  10. Mi querida Montserrat, me he quedado absorta en la historia con tan buena moraleja.
    Si esta pudiera servir también para filtrarse en el alma de esos, usureros prestamitas, de hoy con tanto abuso y poniendo en la calle a tantas familias.
    Parece que sus conciencias si las tienen, están dormidas, o más muertas que el pobre perrito debajo de la rueda del coche.
    Un abrazo.
    Ambar

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    1. Si querida Ambar.
      Desgraciadamente hay muchos usureros y luego para que, si se van a ir ligeros de equipaje, para que exprimir a los pobres.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo, Montserrat

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  11. Precioso cuento Montserrat, muchas gracias por traducirlo y mostrarlo.

    Un abrazo grande

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    1. Hola José Vte.
      Gracias a ti por visitarme.
      Un abrazo y besos a Concha, Montserrat

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  12. Caray, tu saps que jo havia llegit aquest conte??? El llibre corria per casa, era un recull d'històries de Foclh i Torres que li van regalar a una àvia meva quan jo era petit. Encara recordo la portada: dues franjes, blau marí i blanc...

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    1. Hola Ramón.
      El meu pare de petita, m´els donava a llegir i mira per on, poc es podía pensar ell que ara els posaría en el meu blog.
      I resulta que el gendre de Folch i Torres, el Dr. Enrich Renau i Hornos, va ser el meu pediatra i metge de familia fins que en vareig casar.
      Gracies per el teu comentari.
      Una abraçada, Montserrat

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  13. Quina feinada has fet Montserrat en traduir tot açò!. La veritat és que és un tema que malauradament és de molta actualitat. Tan de bó ara passare com el que mostra el conte. Besets i acaba de passar bé el que queda de diumenge.

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    1. ROLA ROSANA, BONA NIT.
      LA VERITAT ES QUE VERIE ESTAR UNA BONA ESTONA ESCRIBIN, M´EN VAREIG ANAR A DORMIR MOLT TARD.GRACIES PER EL TEU COMENTARI .
      OJALÁ S´ARREGLIN AVIAT LES COSES EN AQUEST PAIS.
      Una abraçada, Montserrat

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  14. HOLA QUERIDA AMIGA MONTSE, ME HA GUSTASO MUCHO TU HISTORIA TAN SENTIMENTAL
    PERO CON UN FINAL , PRECIOSO, COMO HAN DICHO ALGUNOS DE TUS SEGUIDORES,
    HARIA FALTA Y HOY EN DIA , MAS...MUCHAS NATIS COMO ESTA...
    ¡¡¡ CUANTO TRABAJO AMIGA !!!PARA TRADUCIR TODO LO QUE NOS MUESTRAS...
    UN BESO CONCHITA.

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    1. Buenos días Conchita.
      Muchas gracias por tu comentario.
      Sabes como sólo nos enteramos de lo malo, aunque esta sea sólo una historieta ejemplar, tambén hay que hacer constar que existe la buena gente,
      Muchas gracias y besicos, Montserrat

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  15. Ufff!!! Quina fartada de trevallar!! Un gran autor de contes diferents, molt diferents, d'aquells que colpejan el cor.

    una abraçada Montserrat

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    1. Bon día Toni.
      La veritat es que mi vareig passar molta estona, doncs ho vareig fer tot seguit. M´en vaig anar a dormir molt tard.
      Gracies per comentar.
      Feliç setmana, Montserat

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  16. Molta estona treballant ,Montserrat, però segur que molts del teus seguidor així han pogut gaudir d'aquesta historia tan maca.


    que tinguis molt bona setmana i un fort petó

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    1. Hola Pakiba.
      Per aixó ho tradueixo perque ho entenguin molt gent sudamericana y castellana.
      Ho faig perque jo soc fidel al texta, paraula a paraula.
      Amb vareig anar a dormir molt tard.
      Una abraçada, Montserrat

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  17. Histories d´un temps , Montserrat, un temps en que s´ensenyaba a fer el bé...
    Gracies!!! Una abraçada.

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  18. Hola Isabel.
    Moltes gràcies.
    Doncs, si ara fan falta histories com aquestes.
    Folch i Torres, n´havia escrit moltes.
    Una abraçada, Montserrat

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  19. Olá minha amiga!

    Uma bela história. Obrigada por traduzir e compartilhar.
    Beijos e ótima semana!

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    1. Hola Smareis.
      Obrigada pelo seu comentario.
      Beijos.
      Feliz semana, Montserrat

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  20. COM SIEMPRE GRACIES A TU PODEM CONEGE TAN MARAVILLOSES HISTORIES ¡¡¡¡¡¡MOLTES GRACIES JOAANA

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  21. He pasado un ratito agradable leyéndote y viendo las fotos. Un beso grande.

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  22. Buenos días Francisca:
    Gracias por tu comentario y visita.
    Yr deseo feliz semana
    Te mando un beso, Montserrat

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  23. Bonita historia, pero cuanto trabajar Monserrat, eresuna mujer todo corazón.
    Recordar es muy bueno, así siempre tendremos presente nuestra historia y vivos a nuestros seres mas queridos.
    Un besooooooo guapetona, desde Murcia...al lado!!!

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    1. Hola Mariangeles.
      Te agradezco de corazón tu comentario y te mando, muchos besos, Montserrat

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  24. Agradezco tu visita, tus palabras elogiosas
    Además entre otras cosas
    Que como amiga me quieras....Monte que guapa estas de jovencita ,la juventud no vuelve pero ha sido hermosa ,y con tu prima ¡¡estais yan bonitas !!recuerdos hermosos
    Te deseo feliz semana y que no me olvides
    Con mucho cariño me uno a tus bellos escritos
    Volveré siempre a verte
    Besosssssssssssssss
    Marina

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    1. Gracias Marina, eres muy amable.
      Yo también te deseo feliz semana.
      Y no te olvido nunca.
      Besos, Montserrat

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  25. Maravilloso este bello pasaje de Josep Maria Folch I Torres. La vida, querida Montserrat, nos enseña a acordamos de los que sufren y padecen. Disminuye nuestra acelerada pasión y nos hace samaritanos sin querer. Felicidades un fuerte abrazo.

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    1. Buenas tardes Olegario.
      Muchas gracias por comentar.
      Tienes razón.
      Folch i torres teía estas Historietas Ejemplares, pero también escribió libros de aventuras como Les Aventures d´en Massagran o Les Aventures d´en Per Fi, que yo también había leído de pequela.
      Un abrazo, Montserrat

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  26. Montserrat
    El teu pare, al cel o en el bé, estarà molt content amb la feina que fas. Sí, perquè difons aquests textos que amb el món "de modes" que vivim, un llibre té una vida curta, molt curta. Si fos per blocs i tasques com la teva no arribaria, no es difondria.
    Endavant!
    Una abraçada

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    1. Hola Manel:
      Gracies per el teu comentari
      De fet quan faig aquesta tasca, m´enrecordo molt d´ell.El meu pare amb va ensenyar molt.
      Una abraçada Montserrat

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  27. YA desde mis clases aprovecho...Con todo mi gran afecto te deseo feliz fin de semana
    Y con cariño agradezco tus visitas siempre
    Mi cordial abrazo para ti
    Besossssssss
    Marina

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  28. Buenas tardes Marina.
    Muchas gracias por tu comentario. Feliz fin de semana.
    Un beso, Montserrat

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  29. Vaya trabajo que has hecho Montserrat, muchísimas gracias porque la historia es preciosa y me ha gustado mucho leerla, sobre todo el final. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
    http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

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    1. Hoila Pepe:
      Muchas gracias por tu comentario.
      Si este escritor normalmente escribía finales que terminaban bien.
      Un abrazo, Montserrat

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